Fuente DIARIO ARMENIA
Escribe Harout Sassounian
La cada vez mayor influencia de Turquía en el Oriente Medio, incluso antes del episodio de la flotilla naval a Gaza, hace que algunos países árabes restrinjan los derechos políticos de las comunidades locales de armenios. Se teme además, que luego del reciente conflicto con Israel, que catapultó a Recep Tayyip Erdogan a la categoría de héroe en el mundo islámico, las limitaciones sobre las actividades de los armenios crezcan.
En los últimos meses, Jordania, Líbano y Siria han tomado acciones específicas para generar algunas restricciones sobre las actividades de sus ciudadanos armenios, ya sea preocupados por las reacciones de Ankara o bajo la presión directa de las autoridades turcas.
Un caso puntual fue la reciente cancelación por parte del gobierno jordano del Foro de Jóvenes Profesionales de Oriente organizado por la UGAB que hubiera tenido lugar en Amman, Jordania entre los días 3 y 6 de junio. Talin Suciyan informó en el Armenian Weekly, que las autoridades jordanas habían expresado sus reservas respecto de la reunión que congregaría a un centenar y medio de jóvenes profesionales procedentes de diversas partes del mundo. Suciyan, quien fuera invitada para hablar acerca del "legado de Hrant Dink" y la comunidad armenia de Turquía, aseguró que los organizadores fueron informados la noche anterior de que el Foro había sido cancelado por órdenes "desde arriba".
Algunos observadores atribuyen la cancelación del Foro de la UGAB al acuerdo alcanzado para establecer una zona de libre comercio que iba a ser firmado el 10 de junio entre Jordania, Líbano, Siria y Turquía. Un comentario irónico señaló que conferencias permitidas en Turquía eran prohibidas en Jordania.
A comienzos de este año, cuando un equipo de la televisión libanesa estaba a punto de ingresar a Siria para grabar imágenes sobre los campos de la muerte de Der el Zor, los guardias fronterizos impidieron la entrada de los camarógrafos a pesar de que estos disponían de las autorizaciones y permisos de filmación expedidos de antemano por las autoridades sirias. Este incidente tuvo lugar poco después de que la CBS emitiera en su programa "60 Minutes", un segmento sobre el Genocidio Armenio.
Las escenas de los restos de armenios hallados en las arenas de los desiertos de Der el Zor fueron significativas. Inmediatamente los funcionarios turcos presentaron una queja al gobierno sirio para impedir que un programa "antiturco" fuera transmitido en su país.
El tercer incidente, inesperadamente, tuvo lugar en el Líbano, hogar de uno de las más influyentes de las comunidades armenias de la Diáspora. En un movimiento sorpresivo, funcionarios gubernamentales prohibieron la emisión de un video musical de Eileen Khatchadourian titulado "Zartir Vortyag" acerca de una canción de la época del genocidio que reclamaba resistencia contra la opresión. Aunque la canción no hace referencia a Turquía, las autoridades libanesas tomaron la decisión de impedir su transmisión, preocupadas porque la misma afectara negativamente las relaciones turco-libanesas.
Estos son ejemplos preocupantes de la flagrante interferencia sobre los legítimos derechos de expresarse libremente de los ciudadanos de origen armenio. En los tres países, los armenios han mantenido durante mucho tiempo relaciones más que cordiales con sus respectivos gobiernos y son vistos por ellos como ciudadanos leales.
Los líderes de las comunidades armenias locales debieran protestar enérgicamente esas arbitrarias violaciones de sus derechos básicos como ciudadanos. Tendrían que contemplar la posibilidad de realizar una campaña para hacer conocer a sus conciudadanos sobre los graves perjuicios que Turquía ha causado a los intereses de los árabes durante décadas, como estrecho aliado militar de Israel.
Se debe señalar que a pesar de la extensa retórica antiisraelí de Erdogan, Turquía no ha cancelado hasta el momento ninguno de los dieciséis acuerdos que mantiene con Israel, incluyendo el intercambio de inteligencia militar, según lo señalara el periódico turco Today’s Zaman. Sedat Laciner, jefe de la International Strategic Research Organization con sede en Ankara, declaró a Hurriyet que jefes militares de ambos países también firmaron un número importante de acuerdos secretos.
De acuerdo a la revista Middle East Magazine, las agencias de inteligencia de Israel y Turquía cooperan desde 1950 informándose mutuamente respecto de la actividad de grupos islamistas radicales y las operaciones clandestinas iraníes en la región.
Además se informó que Ankara permitió a los israelíes "supervisar" las maniobras militares sirias que se realizan regularmente en suelo turco. Más aun, Turquía otorgó casi dos mil millones de dólares en contratos militares a empresas de Israel. El volumen total de negocios entre los dos países llegó a dos mil quinientos millones de dólares en 2009. Más de novecientas corporaciones israelíes han estado operando en Turquía y más de mil compañías exportadoras de ese origen han establecido lazos comerciales.
Erdogan capitalizó inteligentemente el vacío político creado por la inacción de la dirigencia árabe en su conjunto con respecto a la difícil situación del pueblo palestino. Esta astuta acción política elevó su prestigio y mejoró el perfil de su partido con vistas al referendo sobre enmiendas constitucionales que se desarrollaran el próximo 12 de septiembre y las cruciales elecciones parlamentarias del año próximo.
Es una lástima que los líderes árabes abdicaran totalmente su responsabilidad y permitieran así que un forastero reclame el liderazgo del mundo árabe. Antes de la próxima visita al Líbano de Erdogan el mes próximo donde podría ser recibido como un héroe por los libaneses, los armenios deberíamos exponer su hipócrita muestra de solidaridad con los palestinos y convencer a sus conciudadanos de que Erdogan actúa a favor de sus propios intereses y no en los del Líbano u otros países árabes.
“The California Courier”
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