El viernes pasado, la Corte Constitucional decidió prohibir al DTP (Partido de la Sociedad Democrática), único partido prokurdo en el Parlamento, tras hallarlo culpable de cooperar con las guerrillas separatistas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Los 21 diputados de la formación abandonaron sus escaños tras negar los vínculos con esa organización cuya calificación de "terrorista" rechazan.
El presidente del Tribunal Constitucional, Hasim Kilic, había justificado la ilegalización del DTP por "sus conexiones con la organización terrorista y porque se convirtió en un punto central de las actividades en contra de la integridad del país".
Turquía que actualmente intenta mostrarse con una imagen pacífica y mediadora ante conflictos internacionales, ostenta un gran déficit en materia de Derechos Humanos y continúa fomentando desde hace décadas la cultura del odio hacia las minorías que habitan su país. La política de discriminación y negación de la identidad de las minorías nacionales en Turquía es una constante. Víctimas de esta política xenófoba son los kurdos, griegos, armenios, asirios, etc.
La presidencia sueca de la Unión Europea ha expresado su preocupación sobre la decisión del Tribunal Constitucional de Turquía. En el comunicado también recuerda que la disolución de partidos políticos es "una medida excepcional que debería ser empleada con la mayor moderación".
Por otro lado, Emma Sinclair-Webb, observadora en Turquía de la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch, expresó que "la prohibición del Partido de la Sociedad Democrática es un golpe a los esfuerzos por resolver el tema kurdo y asegurar los derechos de las minorías en Turquía". Y agregó que "como un tema de urgencia, el gobierno debería revisar la Constitución y la Ley de Partidos Políticos, para que este tipo de prohibiciones no se repitan en el futuro".
La minoría kurda, que constituye el 20% de la población de Turquía, es constantemente oprimida por el Estado turco, quien viola sus derechos y le niega su identidad. Los kurdos son más de 40 millones de personas que comparten una lengua y una cultura, pero que viven repartidos entre Turquía, Irán, Irak, Siria y Armenia. Desde hace años que luchan por su autonomía y el reconocimiento como nación. La única vez que fueron reconocidos por la comunidad internacional fue a través del Tratado de Sèvres de 1920, firmado por las potencias aliadas y Turquía, en donde se trazaba las nuevas fronteras de Medio Oriente y se establecía la independencia del Kurdistan. Turquía no ha cumplido con lo establecido en este tratado, ni en lo que refiere a la cuestión kurda ni a la cuestión armenia.
Esta decisión del Tribunal, limita la representación de los kurdos en el parlamento y prohíbe la participación de 37 miembros del partido en actividades políticas en los próximos cinco años. Este fallo se da en tiempos en que el Parlamento turco debate la ratificación de los protocolos firmados por las cancillerías de Armenia y Turquía para establecer relaciones diplomáticas.
Algunos parlamentarios kurdos, entre ellos Selahattin Demirtas del partido DTP, habían declarado a mediados de octubre que "el negacionismo ha sido la manera de lidiar con las tragedias de nuestra historia. La masacre contra los armenios no se escribió en los libros de historia". También afirmó Demirtas que "no es fácil explicar un protocolo de reconciliación con Armenia en tales condiciones". De esta forma instalan dentro del parlamento turco una posición política que plantea que la justicia debería ser el primer paso hacia una nueva etapa de las relaciones armenio/turcas.
El presidente del Tribunal Constitucional, Hasim Kilic, había justificado la ilegalización del DTP por "sus conexiones con la organización terrorista y porque se convirtió en un punto central de las actividades en contra de la integridad del país".
Turquía que actualmente intenta mostrarse con una imagen pacífica y mediadora ante conflictos internacionales, ostenta un gran déficit en materia de Derechos Humanos y continúa fomentando desde hace décadas la cultura del odio hacia las minorías que habitan su país. La política de discriminación y negación de la identidad de las minorías nacionales en Turquía es una constante. Víctimas de esta política xenófoba son los kurdos, griegos, armenios, asirios, etc.
La presidencia sueca de la Unión Europea ha expresado su preocupación sobre la decisión del Tribunal Constitucional de Turquía. En el comunicado también recuerda que la disolución de partidos políticos es "una medida excepcional que debería ser empleada con la mayor moderación".
Por otro lado, Emma Sinclair-Webb, observadora en Turquía de la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch, expresó que "la prohibición del Partido de la Sociedad Democrática es un golpe a los esfuerzos por resolver el tema kurdo y asegurar los derechos de las minorías en Turquía". Y agregó que "como un tema de urgencia, el gobierno debería revisar la Constitución y la Ley de Partidos Políticos, para que este tipo de prohibiciones no se repitan en el futuro".
La minoría kurda, que constituye el 20% de la población de Turquía, es constantemente oprimida por el Estado turco, quien viola sus derechos y le niega su identidad. Los kurdos son más de 40 millones de personas que comparten una lengua y una cultura, pero que viven repartidos entre Turquía, Irán, Irak, Siria y Armenia. Desde hace años que luchan por su autonomía y el reconocimiento como nación. La única vez que fueron reconocidos por la comunidad internacional fue a través del Tratado de Sèvres de 1920, firmado por las potencias aliadas y Turquía, en donde se trazaba las nuevas fronteras de Medio Oriente y se establecía la independencia del Kurdistan. Turquía no ha cumplido con lo establecido en este tratado, ni en lo que refiere a la cuestión kurda ni a la cuestión armenia.
Esta decisión del Tribunal, limita la representación de los kurdos en el parlamento y prohíbe la participación de 37 miembros del partido en actividades políticas en los próximos cinco años. Este fallo se da en tiempos en que el Parlamento turco debate la ratificación de los protocolos firmados por las cancillerías de Armenia y Turquía para establecer relaciones diplomáticas.
Algunos parlamentarios kurdos, entre ellos Selahattin Demirtas del partido DTP, habían declarado a mediados de octubre que "el negacionismo ha sido la manera de lidiar con las tragedias de nuestra historia. La masacre contra los armenios no se escribió en los libros de historia". También afirmó Demirtas que "no es fácil explicar un protocolo de reconciliación con Armenia en tales condiciones". De esta forma instalan dentro del parlamento turco una posición política que plantea que la justicia debería ser el primer paso hacia una nueva etapa de las relaciones armenio/turcas.
Consejo Nacional Armenio de Sudamérica
Oficina Central: Armenia 1366
C1414 DKD Buenos Aires -República Argentina-
TELFAX (5411) 4775-7595 / 7494 Interno 15
EMAIL: consejonacionalarmenio@cna.org.ar cna@cna.org.ar
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