Audición radial INTEGRACION ARMENIA
Director Dr. Oscar Lomlomdjian
Reflexión escrita y leída por Rupén Berberian (Raymond)
Sábado 30 de Abril 2011
De 13 a 14 horas
AM 680 Radio Magna
e.mail: interarmenia@hotmail.com
Los armenios, uno de los pueblos más cultos y antiguos de la humanidad, de pronto había perdido el derecho de vivir en su propia tierra. Fue perseguido por los turcos y kurdos para robar sus pertenencias, violar sus mujeres e incluso, los mataban para alimentar a sus perros.
Y hoy, un vocero del Estado turco, no solamente niega las atrocidades cometidas por sus abuelos sino, que exige a los armenios que les pidan perdón a su nación por haberse alzado en armas y dado muerte a numerosos inocentes ciudadanos turcos musulmanes. Afirmaba que muchos soldados turcos de origen armenio desertaron traicionando con ello la noble insignia otomana… Y agregaba: Los reclamos de los armenios son infundados ya que no existe documento alguno que certifique haberse perpetrado un genocidio contra ellos, para colmo, se animan a decir que los turcos han exterminados más de un millón y medio de ellos. Todos sabemos que el país estaba envuelto en guerra y el Estado turco, queriendo proteger a las comunidades de infieles, ordenó desplazar a los armenios trasladándolos a Mosul y a Deir ez Zor, en Siria. Lo que pudo haber ocurrido con ellos es otro tema. Se trató de una guerra donde también murieron muchos turcos. Nuestros archivos notifican que los ciudadanos turcos de origen armenio fallecidos, no superaron los trescientos mil, lo mismo que los nuestros. No nos olvidemos que el ejército ruso había penetrado nuestro país hasta Van y los residentes armenios de la región representaban un peligro para nuestra nación. Si bien es cierto aquello de los intelectuales armenios de Istambul, lo mismo que sus religiosos, se los tuvo que apartar en salvaguardia de nuestra patria. Lo que pasó, pasó… Y no se habla más. Si los armenios siguen molestando con el tema del genocidio, Turquía podría ayudar militarmente a Azerbaidyán para recuperar Nogorno Karabaj de sus invasores.
Los armenios de la diáspora nos tienen en la mira, ¿por qué no se revelan contra quienes ejecutaron y deportaron a Siberia a más de diez mil armenios?
Después de todo, los llamados mártires armenios recordados cada 24 de Abril, deberían sentirse agraciados por haber muerto por su fe, ya que según su Cristo; Los que padecen persecución a causa de la justicia son bienaventurados, porque de ellos es el reino de los cielos. Con que un turco colocó un revolver en manos de su hijo de diez años y le ordenó matar a un armenio. Eso es una vil profanación del honor de nuestra gran nación turca otomana, de noble origen Hitita. Los turcos somos un pueblo solidario, caso contrario, no habríamos enviado a la Franja de Gaza (Palestina) ayuda humanitaria. Lo lamentable, es que ese esfuerzo nuestro resultó inútil, ya que la ayuda fue confiscada por los sionistas y encima asesinaron unos cuantos hermanos nuestros.
Por otro lado, Kemal Ataturk hizo un paréntesis entre el pasado y el presente: “Antes de Kemal y después de Kemal”. Del mismo modo ustedes los occidentales, que vuestro almanaque rige desde el supuesto nacimiento de Cristo. En nuestros colegios no se habla del pasado. Los niños desconocen que Turquía fue en gran parte Tierra Armenia.
Y yo agregaría a su discurso: Aprendieron que sus antepasados otomanos eran muy cultos, que habían sido engendrados por un Arco Iris y de una enorme mariposa dorada otomana, que los Sultanes eran sombras de Ala sobre la tierra, que con la voluntad de Ala se liberaron definitivamente de los intrusos e infieles cristianos. Que el Ataturk modernizó el alfabeto y occidentalizó a su pueblo. Que el único escollo en el camino de Turquía hacia Roma y la Unión Europea, somos nosotros, los armenios de la diáspora, porque su vecinita Armenia, para Turquía, es pan comido, ya que muchos de sus habitantes en su gran mayoría mujeres, acuden a Turquía en busca de aventuras y trabajo.
Si bien apareció una ola de intelectuales turcos que dicen solidarizarse con el genocidio armenio, quienes asimismo se animan a desafiar abiertamente las leyes cometiendo un grave pecado mortal mencionando la palabra prohibida. Con su actitud le están disimuladamente ayudando a su patria, barriendo las roñas de su pasado con tal de congraciarse con Occidente, es para ellos, sin duda alguna, una suerte de apertura al mundo que los estuvo censurando el crimen de lesa humanidad, la llave psicológica, la parodia que utilizan sus cerebros maquiavélicamente para ilusionar a los nuestros a que sigamos soñando en milagros.
Los turcos entienden mejor que nadie que la palabra de honor es cotizable en subasta en los mercados de pulgas; saben que lisonjeando han logrado trabarle la lengua al amo del mundo y maniatado al mejor defensor de los armenios y que todo lo demás es intrascendente y depende de la ruleta rusa.
26/Abril/2011
Rupén Berberian(Raymond)
www.arteraymond.com.ar
Nos interesa su opinión… Gracias.
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